La cara de Dalia Gutmann se puede asociar
rápidamente a esa locutora desfachatada del magazine "AM", que el año
pasado dejó la TV para dedicarse de lleno a otra gran vocación: la de monologuista
y humorista.
Justamente, quien en el mundo mediático también es conocida por estar en pareja con Sebastián Wainraich, por primera vez desembarcará en la zona, con su espectáculo “Cosa de minas”. Bajo el género del stand up, Dalia se presentará el sábado en el Cine Teatro Español (Av. Argentina 235).
Justamente, quien en el mundo mediático también es conocida por estar en pareja con Sebastián Wainraich, por primera vez desembarcará en la zona, con su espectáculo “Cosa de minas”. Bajo el género del stand up, Dalia se presentará el sábado en el Cine Teatro Español (Av. Argentina 235).
En “Cosa de minas” Gutmann se toma el trabajo
de contar o bien analizar por qué las mujeres “somos como somos”, bajo un tono
de humor que a veces llega a ser sarcástico, aunque también mucha de la
parcialidad femenina que llegue a la sala podrá comprender que “no está tan
loca”. “Las mujeres la pasan bien porque entienden que no estamos tan locas,
sino que es algo propio del género femenino. Además, los hombres también la
pasan bien porque se van a dar cuenta de que sus mujeres no están tan locas
como ellos creían”, señaló la locutora en diálogo telefónico desde Buenos
Aires, mientras en su rol de madre visitaba con sus hijos al pediatra.
Show con el cual se siente identificada, Dalia
comenzó a darle forma a su trabajo en 2011 junto a otras tres mujeres.
“Comenzamos a presentarnos y cada una contaba su mundo en clave de humor.
Después me pasó que mi monólogo comenzó a durar más, le sumé más cosas y
terminó transformándose en unipersonal. La esencia siempre es la misma: hablar
del universo femenino y tratar de reírnos de lo que nos pasa”, contó Gutmann.
En su mayoría, el público que sigue a la
comediante es en un 80 por ciento femenil, pero no se descarta el lugar para
los hombres. “En algún punto el hombre la termina pasando bien. Es ese hombre
que acompaña y también va un poco a entender los diferentes temas que nos
tocan”, señaló.
“Tal vez después se olvida, pero en el momento
es como que le cierra lo que le pasa con la mujer al escuchar la otra campana.
El tipo siempre tiende a decir: ‘A esta loca qué le pasa’ y en este show se
refleja bien por qué reaccionamos de tal manera”, agregó.
El lo personal, con la elaboración de sus
monólogos, Dalia admitió que se “siente muy bien con el tono del humor”.
“Encontré el show que me gusta y me siento identificada y creo que esto que
suena en ‘Cosa de minas’ hace que me anime a hacer un montón de cosas que si
fuesen de un show tradicional no me animaría. Hablo un montón de temas
aprovechándome del título”, dijo la conductora, que en abril finalizó su etapa
en “90 días o menos”, programa que condujo con Darío Barassi en
Canal 9.
Humor y sanación
Gutmann estudió locución en el ISER (Instituto
Superior de Enseñanza Radiofónica) para luego terminar en un noticiero, trabajo
que realizó durante tres años. “Hacía coberturas en el Senado, Congreso, pero
hacía muchos papelones a pesar de intentar de hacerlo bien. En el fondo la
pasaba mal, porque intentaba ser una persona adulta y no me salía”, recordó la
locutora.
A partir de esas situaciones es que la
‘standapera’ comenzó hacer cursos del género, ya que “sufría de verdad”. “Empecé hacer el curso y a escribir qué me
pasaba con ese sufrimiento. Y ahora creo que no hay nada mejor que hacer humor
con las cosas que te duelen o molestan”, detalló.
Actualmente, la locutora indicó que aún sigue
empleando ese método de “sanación” o “terapia”. “Me pasa mucho y cuando se me
ocurre algún material para hacer para el show digo: ‘Qué bueno que sufro por
tal tema’, porque le encuentro la vuelta”, aseguró.
En cuanto a los monólogos que expone en escena
la misma Gutmann se encarga de los escritos:
“una condición” sobre el género que desarrolla. “Lo tiene que escribir
uno porque nadie mejor que uno mismo para interpretar lo que siente en
determinada situaciones. Por eso está bueno hacerlo desde las entrañas, por eso
es raro si es que te lo escriben”, explicó.
En su mayoría, la camada de los “standaperos”
son hombres que hoy parecen grandes
estrellas, solicitados en las salas de Buenos Aires y el interior. Sobre su
posición como mujer arriba del escenario Dalia explicó que “hace seis años” que
viene haciéndose en el género y que “está preparada” para cuando no hay efecto
del otro lado.
“La mujer le tiene mucho más miedo al ridículo
que el hombre, está más preocupada por la mirada ajena y está más puesta a
prueba por eso. Yo hace seis o siete años que vengo haciendo esto y le fui
perdiendo el miedo al ridículo. Ya estoy, además, de alguna manera, preparada
para cuando no pasa nada del otro lado del escenario, porque ya tengo más
herramientas. Y está bueno cuando las minas nos animamos a pasar la barrera del
'qué dirán' y decir realmente lo que nos pasa, y que eso sea gracioso sin la
pretensión de ser gracioso”, detalló.
Baños
Uno de los temas que les solicita sus
seguidoras es “la mujer y el baño”, algo en que la monologuista aún no se
detuvo a la hora de crear sus textos. “Es algo rarísimo que pasa y me lo pide
la platea como si existiese un submundo ahí adentro que quiere ser reflejado.
Es verdad, que la mujer en el baño siente esa intimidad porque llora, se
maquilla, se depila… hay un mundo que está bueno porque queda en el recuerdo
del baño femenino”, dijo Dalia. Fuente La Mañana de Neuquén.
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