Un estudiante universitario acordó una pena de
un año y ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo por dos robos a
viviendas, un intento de hurto y tres hechos donde lo atraparon con cosas
robadas. Su carrera en la delincuencia es de larga data, ya que en 2010 había
sido condenado por la Justicia a cinco años de prisión por dos robos.
“Sí, acepto”, contestó Pedro Sepúlveda cuando
el juez Martín Marcoveski le consultó si aceptaba el acuerdo, que conllevó
aceptar su responsabilidad en todos los hechos.
De inmediato, el hombre de 36 años, que cursa
el tercer año de Ciencias Económicas en la Universidad Nacional del Comahue y
que también trabaja en un taller junto a su padre, interrumpió y en referencia
a uno de sus supuestos cómplices, aclaró: “A esa persona no la conozco, venía
solo en el auto, a ese lo puso la Policía”.
Carrera delictiva
El primer hecho relatado por la fiscalía
ocurrió el 7 de octubre de 2016, cuando la Policía lo detuvo en un Citroën C3
robado cinco días antes sobre calle 3 y Lago Titicaca del barrio Gregorio
Álvarez.
Un día después le allanaron la casa y le
secuestraron una Play Station, cinco juegos, un televisor y un control remoto,
todo robado.
Ya en enero de este año y junto a un cómplice,
ingresó a una vivienda ubicada en calle San Martín al 4500, de barrio Canal V,
previo a forzar una de las puertas. Allí, aprovechó que la dueña no estaba y se
llevó un Renault Clio, el cual se encontraba manejando horas después cuando fue
detenido en calles Venado Tuerto y Avenida del Trabajador.
El 23 de febrero a las 17 rompió la puerta de
una casa de calle Mozart y Lago Catriel e ingresó con total impunidad junto a
su cómplice. Huyó con un auto cargado con electrodomésticos, juegos para chicos
y hasta camisetas de fútbol. La desvalijaron. Pero un llamado telefónico de una
vecina alertó a la Policía, que los detuvo y les secuestró las cosas.
El 20 de marzo sus cómplices fueron tres. A las
8 se bajaron de un Volkswagen Fox y se metieron en una vivienda de calle El
Tostado al 500. Se llevaron un televisor 57 pulgadas, una Play Station, una
computadora, 60 mil pesos, más dinero que no fue precisado y se dieron a la
fuga en un auto robado.
Finalmente, el 18 de abril, a las 11:30, entró
a un comercio de calle Godoy al 1800, donde había dejado celulares para
reparar.
En cuanto el dueño fue a buscarlos, él
aprovechó e intentó robarse un celular valuado en 12 mil pesos que estaba en
una vitrina. Lo atraparon a una cuadra. El hombre que terminó preso, apostó más
a su carrera delictiva que a la universitaria.(LMNeuquén)
POR FM Libra 106.7-Allen-Río
Negro.
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PUBLICADO EL 7/07/201