El avión es propiedad de la empresa Aibal SA,
que está radicada en Bragado y se dedica a los servicios agropecuarios, cuyo
propietario es Aristi.
Matías Aristi, hijo del dueño, era uno de los
que viajaba en la aeronave, junto a los pilotos Matías Ronzano y Facundo Vega (foto de tapa),
ambos de la ciudad de Lincoln.
Circuló la versión de que un cuarto tripulante,
habría subido en San Fernando, sin ser registrado ni por las autoridades ni por
las cámaras, aunque esa información nunca fue confirmada. En La foto de arriba, Matías Aristi.
Aeronave con historia
El avión fue uno de los cuatro de ese tipo, que
participó en 1982 de la guerra de Malvinas como parte del escuadrón
"Fénix" que brindaba soporte a la Fuerza Aérea y se dedicaba a tareas
de guiado de los aviones de ataque Pucará.
En ese entonces, el piloto era el veterano de
guerra Carlos Lázaro Arregui y el avión pertenecía a IMPSA, la empresa de la
familia Pescarmona. 35 años después de la guerra, fue sometida a un proceso de
modernización que le permite seguir volando hoy en día y en 1977 pasó a ser
parte de la empresa agropecuaria Aibal S.A.
Sumado a este refacción, hace tres años,
modificaron las hélices para mejorar su rendimiento y autonomía. De todos
modos, para varios especialistas se trataba de una aeronave difícil de pilotar
para los inexpertos.
Como manejar un Formula Uno
José Indaco, piloto profesional con más de
3.500 horas de vuelo en su haber, habló una semana después de la desaparición
de la aeronave y señaló que "las hélices de cinco palas mejoran el
rendimiento del avión en todos sus aspectos".
Indaco describió al avión como
"espectacular": "Tiene las mismas condiciones que un jet y, con
hélices de cinco palas, es uno de los mejores aviones de este tipo que
existen".
Pese a ello, de las cerca de 800 unidades que
se fabricaron en los Estados Unidos hubo unas 300 que presentaron dificultades,
por lo que mandaron a todos sus comandantes a trabajar en simuladores hasta
reducir el número de inconvenientes a cero.
En esta misma línea, el experto en aviación
consideró fundamental recibir las suficientes horas de instrucción antes de
manejar una aeronave de este tipo. "Este Mitsubishi tiene excelentes
condiciones y mucha potencia. Es semejante a manejar un auto de Fórmula Uno, si
el piloto no está acostumbrado su inexperiencia puede jugarle en contra y
provocar un accidente". Fuente La Nación
POR FM
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PUBLICADO EL 19/08/2017