En la medida en que la inflación baje, las
cuotas serán más accesibles e irán tomando distancia con respecto a las de un
crédito tradicional. Ejemplos prácticos que clarifican la diferencia en el pago
mensual entre ambos sistemas.
Sin mayores estridencias también vienen
creciendo aceleradamente dos líneas de financiamiento: los "nuevos"
préstamos personales y prendarios que se actualizan bajo la misma modalidad.
Es cierto que los montos, plazos y necesidades
difieren. Pero esto no quita que los ejecutivos de bancos se muestren
sorprendidos por el notable repunte, que queda corroborado en las estadísticas
del Banco Central.
"Lo primero que preguntan nuestros
clientes que quieren un préstamo personal, es qué planes ofrecemos y si les
resulta más conveniente el tradicional o uno con cláusula UVA", explica el
gerente de Banca de Individuos de una entidad nacional líder.
Por ejemplo, el Banco Nación propone líneas en
UVA para la compra de autos por hasta $500.000, a una tasa del 5,5% más
inflación.
"Con un índice de precios en baja, el
crédito con UVA es imbatible", dice Mariano Otálora, director de la
Escuela Argentina de Finanzas Personales.
"A mayor plazo son la mejor opción,
siempre y cuando convalidemos que la inflación seguirá bajando", completa.
En otras palabras, su gran ventaja es que, en
la medida que se extienden los plazos, la relación entre ambas cuotas -préstamo
tradicional vs. UVA- se va ampliando de manera significativa, pudiendo llegar a
ser la segunda apenas un tercio de la primera.
En cuanto al mecanismo para actualizar cuotas
(según inflación), desde la Fundación Capital afirman: "Esta modalidad,
que arrancó con líneas para hipotecas, ha ido creciendo en uso y se expandió
hacia la compra de autos e, incluso, para cancelar préstamos
tradicionales".
Es de prever que la demanda de créditos que
ajustan por inflación seguirá su derrotero alcista motorizada por un índice de
precios que comenzó a retroceder. "La baja del índice de precios será
fundamental para este tipo de líneas", consignan desde la entidad.
¿Qué ocurre con los créditos para autos?
El mercado automotor y en especial las
concesionarias tienen un nuevo motivo para festejar.
Entre enero y julio, las ventas financiadas con
prendarios muestran subas que, en el caso de las compañías de marcas, llegan a
superar el 100%, según la información suministrada por AFIMA (Asociación de
Financieras de Marcas Automotrices).
Pero estas no son las únicas que remontaron
tras la caída registrada en 2016: las terminales subieron casi 90%, mientras
que las ofrecidas por concesionarias y bancos, un 50%.
En agosto, el mercado ingresó en una nueva
fase, a partir de la "explosión" de los préstamos prendarios con
ajuste UVA.
Los datos del primer mes de aplicación plena de
esta nueva variante crediticia son más que alentadores:
- Desde su primera implementación (abril),
apenas se había colocado un promedio de $9 millones por mes.
- En agosto se produjo una verdadera avalancha
de carpetas aprobadas, que multiplicó esa cifra nada menos que por 22, para
llegar a los $216 millones.
En otro orden, en el primer mes de plena
vigencia de los prendarios UVA, la tasa promedio por encima de la inflación fue
del 7,7%, mientras que el plazo fue de 41 meses.
Si se dividen las colocaciones por montos:
- Los del segmento más alto representan el 79%
del total. Tomaron $161 millones a 38 meses y a una tasa promedio del 8,3%,
según el Banco Central.
- Los que optaron por endeudarse entre $100.000
y $500.000 significaron el 20% del total otorgado. Lo hicieron a 55 meses y al
5,7%.
A partir de estos resultados, se confirma lo
que opinan los expertos: si el tomador del préstamo confía en que la inflación
bajará, los préstamos con UVA son la mejor opción. Fuente iProfesional
PUBLICADO POR FM Libra 106.7-Allen-Río Negro.
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PUBLICADO EL 28/09/2017