“Lo último que esperaba era encontrar al amor
de su vida en un asilo”, reconoció Audrey Davison, de 85 años, cuando conoció a
Leonard Moche.
Los asilos para ancianos en todo Estados Unidos,
han abordado el asunto como parte de un cambio generalizado del cuidado
institucional al individual. Muchas instituciones ya han cambiado sus
programaciones diarias con el fin de darle a los residentes más opciones para,
por ejemplo, la hora del baño o la cena. El siguiente paso es permitir que los
residentes tengan sexo y brindarles apoyo a quienes lo hacen.
El asilo que dio el paso adelante
Cuando Audrey Davison conoció a un hombre
especial en su asilo para ancianos, quería estar con él.
Sus enfermeras y ayudantes en el Hebrew Home de
Riverdale no intentaron detenerla. Al contrario, le permitieron que se quedara
en la habitación de su novio con la puerta cerrada bajo la “política de
expresión sexual” en el asilo. Una ayudante incluso le hizo un letrero a la
pareja, que decía “No molestar” para que lo colgaran en la puerta.
“Lo disfruté y fue un muy buen amante”, dijo
Davison, de 85 años. “Eso fue parte de lo mucho que nos acercamos; tocamos
nuestros cuerpos y nos besamos”.
Davison forma parte del grupo de
estadounidenses mayores que están teniendo relaciones íntimas ya entrados en
sus setenta y ochenta años. En algunos casos los medicamentos como el Viagra y
actitudes sociales más tolerantes respecto al sexo fuera del matrimonio han
provocado estos cambios.
Estos amantes de edad avanzada se han
enfrentado a las nociones tradicionales del envejecimiento y, en algunos casos,
le plantean nuevos retos logísticos y legales a sus familias, a sus cuidadores
y a las instituciones que se han convertido en su hogar.
Daniel Reingold, el presidente y director
general de RiverSpring Health, la empresa que opera el Hebrew Home, dijo que
envejecer se trataba de experimentar la pérdida de facultades como la visión,
audición, movilidad e incluso los amigos. ¿Por qué debería acabarse la
intimidad? “No perdemos el placer que nos provoca el tacto”, dijo. “Si la
intimidad hace que se tengan relaciones sexuales, entonces lidiemos con eso
como adultos”.
El asilo creó una política de expresión sexual
en 1995, después de que una enfermera entró a una habitación donde dos
residentes estaban teniendo sexo. Cuando la enfermera le preguntó a Reingold
qué debía hacer, él le respondió: “Sal sin hacer ruido y cierra la puerta”. Fuente The New York Times
PUBLICADO POR FM Libra 106.7-Allen-Río Negro.
E Mail de contacto infosao2010@gmail.com
PUBLICADO EL 29/09/2017