Las cavernosas cisternas subterráneas
del norte de Tokio podrían albergar la Estatua de la Libertad, pues tienen una
escala que enfatiza la inmensa tarea del lugar: proteger a la metrópolis más
poblada del mundo de las inundaciones.
Vinculado a túneles que desvían el agua
desde las llanuras aluviales más vulnerables de la región, el sistema
subterráneo que previene las inundaciones fue terminado en 2006, con un costo
de 2000 millones de dólares, y constituye un extraordinario ejemplo de las
defensas que las ciudades están preparando de cara a una era de clima extremo,
provocado por el cambio climático.
“Nos estamos preparando para
inundaciones nunca antes vistas”, dijo Kuniharu Abe, quien dirige el centro
subterráneo. “Hasta ahora, por lo menos, hemos tenido éxito”.
El inicio de tormentas más frecuentes e
intensas en Tokio, ha obligado a los funcionarios a preguntarse si las
protecciones de la región son lo suficientemente sólidas, una preocupación que
se ha vuelto más urgente mientras la ciudad se prepara para ser anfitriona de
los juegos olímpicos de 2020.
El aumento del nivel del mar también
convierte al área metropolitana de Tokio, donde viven 38 millones de personas,
en una zona vulnerable a aumentos de oleaje por tormentas, aun cuando proyectos
importantes de reconstrucción están abriendo el litoral, antes industrial, a
nuevas residencias y negocios.
Amplias franjas territoriales de la
capital japonesa ahora se encuentran por debajo del nivel del mar, protegidas
por diques que se van haciendo viejos. Fuente The New York Times
PUBLICADO POR FM Libra
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PUBLICADO EL 14/10/2017