Podría ser la primera en
atacar con éxito tanto los cambios en el cerebro como los síntomas.
La larga y frustrante búsqueda
de un medicamento que sea eficaz para tratar el Alzheimer alcanzó un hito
potencialmente prometedor el miércoles. Por primera vez en un ensayo clínico,
una droga pudo reducir las placas del cerebro de los pacientes y a la vez
demorar el avance de la demencia.
Serán necesarios más ensayos
para saber si la droga es verdaderamente eficaz pero, si los resultados
presentados el miércoles en la Conferencia de la Asociación Internacional del
Alzheimer en Chicago se corroboran, la droga podría ser la primera en atacar
con éxito tanto los cambios en el cerebro como los síntomas de la enfermedad.
“Este ensayo muestra que se
puede reducir la placa y modificar la cognición”, dijo la Dra. Reisa Sperling,
directora del Centro de Investigación y Tratamiento del Alzheimer de Brigham y
el Hospital de Mujeres de Boston, que no participó en el estudio. “No sé si
hemos hecho un gol aún. Es importante no sacar conclusiones exageradas de los
datos. Pero como prueba de concepto, me parece que es muy alentadora”.
Fuera de un par de
medicaciones que pueden demorar la pérdida de memoria algunos meses, no hay un
tratamiento eficaz para el Alzheimer, que afecta a unos 44 millones de personas
en todo el mundo. Se calcula que esas cifras se triplicarán para 2050.
Participaron en el ensayo 856
pacientes de los Estados Unidos, Europa y Japón con síntomas tempranos de
deterioro cognitivo. Se les había diagnosticado deterioro cognitivo leve o
demencia leve por Alzheimer y todos tenían acumulaciones significativas de la
proteína amiloide que se aglomera formando placas en las personas que sufren la
enfermedad, dijo la Dra. Lynn Kramer, directora médica de Eisai, compañía con
sede en Japón que desarrolló la droga, conocida como BAN2401, junto con la
empresa Biogen de Cambridge, Massachusetts.
Muchas otras drogas han
logrado reducir los niveles de amiloide pero no mejoraron el deterioro de la
memoria ni otras dificultades cognitivas. En los datos presentados el
miércoles, la más alta de las cinco dosis de la nueva droga –una inyección de
10 miligramos por kilo de peso del paciente cada dos semanas- redujo los
niveles de amiloide y desaceleró el deterioro cognitivo en comparación con los
pacientes que recibieron un placebo.
De los 161 pacientes del grupo
que recibieron la dosis más alta, el 81 por ciento mostró caídas tan
significativas de los niveles de amiloide que “pasaron de amiloide positivos a
amiloide negativos”, dijo Kramer en una entrevista, lo que significa que los
niveles de amiloide de los pacientes pasaron de considerarse lo suficientemente
altos como para correlacionarse con la demencia a alcanzar un nivel por debajo
del umbral de demencia.
Y en una batería de pruebas
cognitivas y funcionales que medían la memoria y habilidades como el
planeamiento y el razonamiento, el desempeño del grupo que recibió la dosis
alta declinó a un ritmo que fue 30 por ciento más lento que el ritmo de caída
del grupo que recibió el placebo.
Sperling, que durante un breve
lapso asesoró a Eisai el año pasado con respecto a otra droga, calificó las
reducciones del amiloide de “drásticas”, pero dijo que los resultados
cognitivos eran menos trascendentales. No obstante, dijo: “Si realmente se
pudiera desacelerar el deterioro 30 por ciento en las personas que todavía son
normales o tienen un deterioro muy leve, eso sería clínicamente importante”.
El Dr. Samuel Gandy, director
asociado del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Mount
Sinai, dijo que para que la droga realmente sea eficaz, tendría que permitir a
los pacientes funcionar en forma independiente durante más tiempo sin necesitar
cuidadores que los ayuden en las actividades diarias básicas. Ese tipo de
aplicación práctica no se reflejó en los datos presentados el miércoles.
“No diría que esto es un salto
cuántico”, señaló. “Es un movimiento convincente de la aguja. Pero no está
claro que la aguja se haya movido lo suficiente para marcar una diferencia en
la vida de las personas”.
Kramer dijo que los resultados
eran estadísticamente significativos 18 meses después que los pacientes
comenzaran a tomar la droga, pero que la mejora comenzó a notarse después de
unos seis meses. Los 253 pacientes del grupo que recibió la segunda dosis más
alta también tuvieron resultados en lo cognitivo y en el amiloide que siguieron
una tendencia similar.
En diciembre de 2017, las
compañías informaron que un análisis estadístico del ensayo a los 12 meses
proyectaba que la droga no daría como resultado una desaceleración
estadísticamente significativa de la demencia. Eso quería decir que el ensayo
no cumplía con su punto de referencia primario, lo que llevó a algunos expertos
e inversores a manifestar escepticismo respecto de la droga. Los resultados
después de 18 meses atenuaron parte de ese escepticismo, aunque la Asociación
del Alzheimer emitió un comunicado donde expresaba cautela y decía que los
resultados no eran “lo suficientemente amplios como para demostrar
definitivamente la eficacia cognitiva”.
Los resultados provenían de un
ensayo de Fase 2, que mide la seguridad y la eficacia de una droga pero
tradicionalmente se considera un paso intermedio para los ensayos más amplios y
extensos de la Fase 3. En este ensayo de Fase 2, los pacientes fueron
distribuidos en forma aleatoria en seis grupos. De ellos, 247 pacientes
recibieron inyecciones de placebo, mientras que los otros cinco grupos recibieron
distintas dosis de la droga.
Un aspecto poco habitual del
ensayo planteó dudas a algunos expertos. Eisai y Biogen usaron una evaluación
cognitiva diseñada por ellos. Esta, que recibe el nombre de Puntaje Compuesto
de la Enfermedad de Alzheimer (ADCOMS), toma elementos de otros tres estudios
cognitivos más consagrados.
Kramer dijo que el ADCOMS se
elaboró para reunir los parámetros de esos otros tres estudios que eran lo
suficientemente sensibles para medir los cambios en una etapa tan temprana de
la demencia. Los datos presentados el miércoles indicaban que los pacientes
también habían mostrado resultados positivos en dos de los estudios
consagrados, cuando se los analizó por separado.
Algunos posibles tratamientos
para el Alzheimer producen efectos secundarios graves que pueden causar
inflamación o sangrado peligrosos en el cerebro. Menos del 10 por ciento de los
pacientes que tomaron la nueva droga experimentaron este tipo de efectos,
informaron las compañías, lo que la hace relativamente segura.
¿Cómo funciona la droga?
La droga funciona atacando las
fibras amiloides que se forman antes de que comiencen a adherirse entre sí para
formar placas. Los resultados del ensayo suman evidencias a la idea de que el
tratamiento para el Alzheimer tiene más probabilidades de resultar exitoso si
comienza en una etapa temprana del proceso de la enfermedad, porque el cerebro
comienza a deteriorarse años o incluso décadas antes de que se produzca la
demencia en todo el sentido de la palabra. Otras drogas han fracasado porque se
probaron en pacientes con un Alzheimer más avanzado; otras atacaban el amiloide
en fases posteriores de su avance.
Aun cuando los resultados de
los estudios sigan siendo positivos, hacer que la droga está ampliamente
disponible para los pacientes podría llevar años. Kramer y Ivan Cheung,
presidente y máximo ejecutivo de Eisai, dijeron que las compañías hace poco
presentaron una solicitud para reunirse con la Administración de Alimentos y
Fármacos (FDA) de los EE.UU. para averiguar qué trámites deben completar para
que la droga sea aprobada.
“Es un poco prematuro hablar
de esto a esta altura, pero nuestro objetivo es llevar el BAN2401 a los
pacientes y sus familias lo antes posible”, dijo Cheung.
La FDA suele exigir datos de
ensayos clínicos de Fase 3 para demostrar la seguridad y eficacia. Sin embargo,
el organismo tiene procesos para acelerar la revisión de las drogas, dijo una
portavoz, que no accedió a efectuar declaraciones sobre esta droga ni sobre las
condiciones que se tomarían en consideración para una droga contra el
Alzheimer.
Eisa elabora la droga Aricept,
que puede ayudar a retrasar el deterioro temprano de la memoria, pero sólo es
eficaz durante unos seis a nueve meses. Biogen es el fabricante de otro
tratamiento para el Alzheimer, aducanumab, que mostró posibilidades de reducir
el amiloide y retrasar el deterioro cognitivo en un pequeño ensayo de Fase 1.
Muchos estudiosos del Alzheimer esperan con ansiedad las conclusiones de dos
grandes ensayos clínicos del aducanumab, que podrían informar resultados en
2020.
Gandy dijo que los resultados
del BAN2402 eran alentadores para las perspectivas del aducanumab porque
indican que hay por lo menos dos compuestos que podrían atacar tanto la
acumulación de amiloide como el deterioro cognitivo.
A comienzos de julio, cuando
las compañías anunciaron que presentarían resultados positivos del ensayo del
BAN2401 más adelante en el mes, el precio de las acciones de ambas compañías
subió alrededor de un 20 por ciento y se mantienen más o menos en ese nivel
desde entonces.
PUBLICADO EL 27-07-2018