Efectivos de la Policía de Río
Negro e inspectores del Senasa secuestraron ayer alrededor de 630 kilos de
merluza que habían perdido la cadena de frío y que eran trasladados hacia el
Alto Valle, donde se comercializarían.
El operativo se realizó en
Chichinales, donde constataron que el pescado estaba a una temperatura de 12 a
14 grados -cuando debería estar entre 0 a 4 grados- y que el equipo de
refrigeración del camión estaba roto. Por ese motivo, se resolvió secuestrar la
abundante carga.
Fuentes allegadas al control
rutero explicaron que hasta el hielo del interior de la cámara del camión se
había derretido y que, además, había dejado rastros de agua sobre el asfalto en
todo su recorrido. Por otra parte, remarcaron que el mismo vehículo tiene
antecedentes por hechos similares y que saben que viene de San Antonio Oeste,
con carga que no está en condiciones para el consumo humano seguro.
“La pérdida de la cadena de
frío puede generar problemas de intoxicación alimentaria”, expresaron profesionales
del Senasa. Es por eso que destacaron el secuestro de la merluza, ya que de
esta manera se evitaron males mayores a la salud de vecinos del Alto Valle.
Este tipo de decomisos es cada
vez más habitual en la zona, aunque es más común todavía con carne vacuna. Los
peces y mariscos, en tanto, requieren una mayor refrigeración, por lo que el
transporte clandestino es más complejo de realizar. (La Mañana Cipolletti)
POSTEADO: 06-08-2018
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