La imagen de los monjes budistas en un
jet de lujo, era de por sí una imagen discordante.
Las autoridades rastrearon al menos US$6
millones en diez cuentas bancarias y la compra de 22 automóviles Mercedes Benz.
La investigación, que tomó varios años a
las autoridades de Tailandia, descubrió un estilo de vida de lo que parecía ser
una decadencia alucinante.
Wirapol había construido una mansión en
el sur de California, era dueño de una casa grande en su ciudad natal, Ubon
Ratchathani, y también había hecho una réplica gigante de la famosa estatua del
Buda de Esmeralda.
Había evidencia que este monje había sostenido relaciones sexuales con
varias mujeres. Una de ellas denunció que él era el padre del hijo que ella
tuvo cuando tenía 15 años.
De acuerdo con las autoridades, las muestras
de ADN respaldan la versión de la mujer.
Los 277 preceptos
Los actos de Wirapol violaban el
patimokkha, los 227 preceptos de vida que deben seguir los monjes.
Se supone que los monjes no deben tocar
el dinero y las relaciones sexuales están estrictamente prohibidas.
Pero lo que es cierto es que no es la
primera vez que se conocen casos de monjes que se portan mal en Tailandia. La crisis del budismo en ése país viene desde hace unos cuantos años.
Las tentaciones de la vida moderna han
arrastrado a algunos a obtener riquezas indecorosas, a otros los ha llevado a
consumir drogas, a bailar, a tener relaciones sexuales con hombres, mujeres,
niñas y niños.
Regalos a los ‘influyentes’
El monje celebraba ceremonias llamativas
en el Ban Yang, donde además vendía amuletos. Hasta construyó su réplica del
Buda de Esmeralda para atraer a los devotos más ricos de otras partes del país.
Wirapol afirmaba que podía caminar sobre
el agua y hablar con deidades.
El monje hizo generosos regalos a las personas con influencia en la
provincia. Muchos de los automóviles que compró fueron regalos para monjes y
oficiales en posiciones importantes.
POSTEADO: 09-08-2018
POR FM LIBRA 106.7 MHZ – Mail de Contacto: fmlibra@gmail.com