El fiscal del caso por el homicidio de
Maximiliano Bastías, descartó la legítima defensa y solicitó que se declare
culpable a Franco Muñoz.
Muñoz fue “quién desplegó el peor accionar dirigido por la ira, por el
enojo, y portando el arma, apuñaló a Bastías”, declaró el funcionario.
Los hechos
El Fiscal Luciano Garrido subrayó que “tuvimos
por acreditado en este juicio que el 10 de diciembre de 2017 en Allen, cuatro
personas se encontraban reunidas en la casa donde sucedió el homicidio e
irrumpen en el lugar ambos imputados.
Maximiliano había sido invitado por su ex-novia
a esa vivienda. Los acusados llegaron re enojados, comenzaron a pegarle piñas
al difunto, el mayor se encarnizó, y ambos le siguieron pegando en la pieza,
adonde Bastías trató de refugiarse.
Me dieron una puñalada
Una testigo que declaró en Cámara Gesell agregó:
´creo que en el momento que le pegaban le dieron una puñalada, él me dijo: me
dieron una puñalada´”.
La testigo explicó que “lo siguieron golpeando
en la calle, y que allí cayó. Ellos no lo querían dejar, el chico quería
escapar y como estaba lastimado no podía. Se quiso levantar pero no pudo y se
volvió a caer al piso”.
El fiscal reseñó se que halló signos de lucha o defensa en Bastías: heridas cortantes,
un corte en el dedo anular, que la ropa tenía roturas, que todo esto da
entender la existencia de una lucha. En cambio, uno del grupo agresor mostró apenas una herida
mínima en la rodilla.
Encarnizado
“¿Quién vino volando desde Cipolletti hasta Allen?
El que estaba molesto, ya que su novia había convocado a su ex a la reunión.
Él venía cargado de ira. Él es el autor del
homicidio. Él fue quien a raíz de su enojo, de la ira, le provocó las heridas a
Maximiliano.
Lo hizo con dolo, con voluntad de hacerlo. Esto
lo infiero por la zona en donde se dieron las puñaladas, esos órganos son
vitales. Uno de los pinchazos, cómo dijo el imputado, dio con el corazón y
terminó con la vida de Bastías", concluyó Garrido.
Por todo ello, el fiscal descartó la legítima
defensa ya que no puede ejercerse, dice el Superior Tribunal de Justicia,
cuando es el mismo imputado quien provocó la situación de peligro e hirió
primero con un arma blanca de quien posteriormente quiso defenderse. Es el
miedo y no la ira lo que justifica la legítima defensa, en vez de arrancar la
camioneta e irse, volvió a pelear”, concluyó Garrido.
POSTEADO: 24-08-2018
POR FM LIBRA 106.7 MHZ – Mail de Contacto:
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