La tecnología es de gran utilidad para las entidades bancarias, a la hora de “prevenir" ataques automatizados o transacciones
sospechosas, pero algunos han ido más allá al recopilar millones de perfiles, con los cuales identificar a sus clientes según cómo tocan o mueven sus
aparatos.
Ya no sorprende a nadie saber que
se nos vigile a través de diversos programas informáticos, cuyos datos obtenidos informan sobre quienes somos, que consumimos, que hacemos a diario, etc.
La cuestión es que los bancos no
reconocen este accionar, salvo El Royal Bank de Escocia, uno de los pocos
bancos que reconocen públicamente sobre la recolección de datos biométricos de
conducta, tecnología que usan desde hace
dos años en cuentas bancarias privadas de clientes adinerados.
La identidad, una moneda de
cambio
La identidad es la mayor moneda de cambio y se ha vuelto un
arma a nivel industrial, expresó uno de los fundadores de Threat Metrix, una
empresa que vende software de detección de fraudes a empresas financieras, que
ahora han hecho uso de las herramientas biométricas de conducta.
La cuestión que se plantea es que mientras más información
recolecten las compañías, más usos le buscarán”, dijo Jennifer Lynch, una
abogada de la Fundación Frontera Electrónica. “Solo hay un pequeño paso entre
usarla para detectar un fraude y conocer información muy privada sobre ti”.
La Fundación Frontera Electrónica es una organización sin
fines de lucro, con sede en San Francisco, Estados Unidos con el objetivo
declarado de dedicar sus esfuerzos a conservar los derechos de libertad de
expresión, como los protegidos por la Primera Enmienda en la Constitución de
Estados Unidos, en el contexto de la era digital actual.
POSTEADO: 14-08-2018
POR FM LIBRA 106.7 MHZ – Mail de Contacto: fmlibra@gmail.com